¿A dónde quieres llegar?

Pocas cosas en la vida son tan hermosas como pasear en motocicleta. Y si eres de los que afirman «no me gustan las motos», te desafío a mantener esa opinión luego de un paseo conmigo.

¿Sabes cómo se conduce una motocicleta? Seguramente dirás «con las manos en el volante», «con la cintura», «con el cuerpo», «con precaución», y otras buenas razones. Bueno sí, es imprescindible tener manos, cintura, cuerpo, precaución y equilibrio para mantenerla andando; pero no.

Una motocicleta se conduce con los ojos. Sí, con los ojos.

No importa cuan pesada sea, una motocicleta se conduce con los ojos: debes mirar unos metros delante de ti no sólo para verificar que el camino esté en buenas condiciones para trasnsitar, sino para elegir por donde pasar, entonces desde un nivel subconsciente tu cuerpo realizará las maniobras y correcciones necesarias para pasar exactamente por donde tus ojos eligieron pasar. En caso de hallar una curva o un obstáculo enfrente debes mirar hacia el punto de escape más allá de la curva o el obstáculo. Si miras al piso acabarás cayendo; si vas mirando la curva o el obstáculo desviarías tu atención de la salida y el golpe puede ser mortal. Créeme, tu cuerpo y tu motocicleta irán donde tus ojos indiquen y pasarán con exactitud por el punto que tus ojos enfoquen, llevándote al destino que elijas. Por eso es imprescindible tener claro que una motocicleta se conduce con los ojos.

En nuestra vida es exactamente igual: si te enfocas en los obstáculos acabarás de cabeza contra ellos, si miras al pasado no irás hacia adelante. Elige bien adónde enfocar tu mirada y disfruta del viaje.