¿A dónde quieres llegar?

Pocas cosas en la vida son tan hermosas como pasear en motocicleta. Y si eres de los que afirman «no me gustan las motos», te desafío a mantener esa opinión luego de un paseo conmigo.

¿Sabes cómo se conduce una motocicleta? Seguramente dirás «con las manos en el volante», «con la cintura», «con el cuerpo», «con precaución», y otras buenas razones. Bueno sí, es imprescindible tener manos, cintura, cuerpo, precaución y equilibrio para mantenerla andando; pero no.

Una motocicleta se conduce con los ojos. Sí, con los ojos.

No importa cuan pesada sea, una motocicleta se conduce con los ojos: debes mirar unos metros delante de ti no sólo para verificar que el camino esté en buenas condiciones para trasnsitar, sino para elegir por donde pasar, entonces desde un nivel subconsciente tu cuerpo realizará las maniobras y correcciones necesarias para pasar exactamente por donde tus ojos eligieron pasar. En caso de hallar una curva o un obstáculo enfrente debes mirar hacia el punto de escape más allá de la curva o el obstáculo. Si miras al piso acabarás cayendo; si vas mirando la curva o el obstáculo desviarías tu atención de la salida y el golpe puede ser mortal. Créeme, tu cuerpo y tu motocicleta irán donde tus ojos indiquen y pasarán con exactitud por el punto que tus ojos enfoquen, llevándote al destino que elijas. Por eso es imprescindible tener claro que una motocicleta se conduce con los ojos.

En nuestra vida es exactamente igual: si te enfocas en los obstáculos acabarás de cabeza contra ellos, si miras al pasado no irás hacia adelante. Elige bien adónde enfocar tu mirada y disfruta del viaje.

¿Feliz año nuevo?

No deseo que 2016 les traiga nada, a ninguno.
No les deseo paz ni prosperidad.
No les deseo que Dios les de el amor y no quiero que Jesús ilumine vuestros senderos.
Mi mayor anhelo… perdón, mi voluntad es que a partir de este momento venzan el miedo que los ha paralizado tantos años y les ha impedido alcanzar sus sueños.
Mi voluntad es que se despojen de prejuicios estúpidos y sean ustedes mismos PARA USTEDES MISMOS, no para demostrar nada ni para complacer a nadie, ni siquiera por rebeldía o en son de protesta, sino por pura diversión.
No me interesa que 2016 sea el mejor año de vuestras vidas: quiero que cada uno de ustedes transforme este momento y cada momento de aquí en adelante y en una Fiesta Feliz, cada noche en una Nochebuena y cada día en Mejordíademivida  porque están vivos, porque los Dioses son lo más festicholeros que existe y nos hicieron a su imagen, porque no importa si no lo fueran, porque cada uno de ustedes es un dios y una diosa en fase de crisalida, porque lo merecen, porque si no lo hacen se van a morir sin haber vivido y no existe nada más inútil y estúpido que un ser que elige ser infeliz para no desentonar con el color del barrio.
No les deseo lo mejor: ustedes ya son lo mejor.

Estar consciente

Somos como un buque portaaviones: en nuestra cabeza conviven unos seis mil tripulantes con especialidades diferentes, muchos de ellos necesarios: el miedoso, el temerario, el supersticioso, el ateo, el fiel, el ingenuo, el desconfiado, el que se las sabe todas, el que se las cree todas, el comprometido, el seguro, el llorón, el santo, el demonio, el indiferente… Todos están en la nave.
En diversos momentos del día a día alguno pasa por la cabina de mando, agarra el micrófono y grita una orden de acuerdo a su personalidad: «mira como me has lastimado», «cada batalla me fortalece», «lo que importa es el sacrificio» , «esto es un caos», «yo puedo con lo que venga», «me cago, me cago», «amor y paz», «váyanse todos a la mierda», «amo al prójimo», «socorro, vamos a morir», «eduquemos para la paz», «me voy a hacer un chaleco bomba y volaré todo», en fin, cada uno según su personalidad grita algo al micrófono como si fuese el que manda.
Como toda nave de guerra tenemos sólo un comandante: él ya estaba antes que empezáramos a navegar, antes que el resto de los tripulantes aunque no recuerde cuándo subieron algunos ni quién los trajo; los oye a todos oportunamente; tiene autoridad y poder para que cada uno haga su tarea específica, incluso puede despedir a quien quiera, y estando despierto JAMÁS LES PERMITE GOBERNAR LA NAVE porque sabe que no están entrenados para ello y la consecuencia es acabar contra las rocas.
El comandante lo sabe todo; carece de temor, no sufre de pánico ni de exceso de confianza, no sufre de insomnio, ansiedad, incertidumbre o pereza; no tiene odio ni compasión: sabe lo que debe hacerse para cumplir con la misión de cada viaje y mantener el buque en perfecto estado. Pero hay que despertarlo y darle el mando, porque a pesar del griterío está descansando en la bodega. El comandante se llama Estar Consciente.

No permitamos que la tripulación gobierne nuestra nave: la mayoría son guardianes de viejos prejuicios de los armadores, o traidores infiltrados por algunos turistas con que nos hemos relacionado.
Despertemos al comandante, démosle el mando… y feliz viaje.

¿Estás en contra de la violencia?

«En mi barrio hay una bella casa verde con ventanas rojas».

La simple frase genera en nuestra mente la imagen de la casa verde con ventanas rojas y una sensación grata: la casa es bella.

«Jamás cayó un avión azul y amarillo sobre mi casa matando a todos».

La mente genera imágenes de todo cuanto enfoca, excepto del concepto «NO»: es imposible imaginar que «no». Más aún: la imagen del avión sobre mi casa además genera una sensación de temor… aunque quedó claro que jamás ocurrió.

Tenemos una cantidad limitada de energía; los humanos somos seres con fecha de vencimiento y por tanto limitados. Invertimos ese capital de energía en amar o lo derrochamos atendiendo asuntos para condenar, pero no podemos comprar ambas cosas. Al igual con las imágenes de antes, la sensación de bienestar y el miedo no pueden ocupar el mismo momento.

Me han invitado a luchar en contra de la contaminación, en contra de la invasión yanqui, en contra del abuso, en contra del terrorismo, en contra de la discriminación, en contra del aborto, en contra de la violencia, en contra de la droga, en contra de la prohibición de las drogas, en contra de la libertad, en contra de la religión, en contra del diablo y en contra de la opresión. Mi respuesta ha sido siempre cambiar de tema y enfocar la energía en todo lo que tengo para abrazar y amar.

Mi movimiento es a favor del respeto, a favor de la alegría, a favor de la evolución, a favor de la humanidad, a favor del bienestar, hacia allí me muevo, esos son mis objetivos; no quiero derrochar un sólo átomo de energía en asuntos que me impidan sonreír.

Y tú, ¿Estás a favor de la armonía o en contra de la violencia?

Dios es TODO… o no es Dios

Dios es judío, cristiano, musulmán, taoísta, agnóstico y supersticioso. Dios es asiático, africano, australiano, europeo, americano, alto, bajo, gordo, anoréxico, calvo, rengo, drogadicto, actor porno y gran bailarín… o no es Dios.

Dios es homosexual, o no es Dios.

Dios es negro, o no es Dios.

Dios es ateo, o no es Dios.

Dios es mujer, o no es Dios.

Dios vive desnudo en la selva cazando, pescando, viviendo en armonía con la naturaleza, o no es Dios.

Dios revuelve los tachos buscando algo que comer, o no es Dios.

Dios adora viajar en su Rolls Royce, extrae petróleo, enriquece uranio, contamina todo con sus delirios de poder, o no es Dios.

Todos los creyentes que conozco opinan que Dios es EL TODO: Dios ama, respeta y protege cada célula que integra su ser o no es Dios, sino apenas un pobre diablo. Si Dios es todo, debemos venerarlo en todos sus rostros, algunos de los cuales he descrito arriba.. o renunciamos a Dios y seguimos adorando a un pobre diablo.