¿Estás en contra de la violencia?

«En mi barrio hay una bella casa verde con ventanas rojas».

La simple frase genera en nuestra mente la imagen de la casa verde con ventanas rojas y una sensación grata: la casa es bella.

«Jamás cayó un avión azul y amarillo sobre mi casa matando a todos».

La mente genera imágenes de todo cuanto enfoca, excepto del concepto «NO»: es imposible imaginar que «no». Más aún: la imagen del avión sobre mi casa además genera una sensación de temor… aunque quedó claro que jamás ocurrió.

Tenemos una cantidad limitada de energía; los humanos somos seres con fecha de vencimiento y por tanto limitados. Invertimos ese capital de energía en amar o lo derrochamos atendiendo asuntos para condenar, pero no podemos comprar ambas cosas. Al igual con las imágenes de antes, la sensación de bienestar y el miedo no pueden ocupar el mismo momento.

Me han invitado a luchar en contra de la contaminación, en contra de la invasión yanqui, en contra del abuso, en contra del terrorismo, en contra de la discriminación, en contra del aborto, en contra de la violencia, en contra de la droga, en contra de la prohibición de las drogas, en contra de la libertad, en contra de la religión, en contra del diablo y en contra de la opresión. Mi respuesta ha sido siempre cambiar de tema y enfocar la energía en todo lo que tengo para abrazar y amar.

Mi movimiento es a favor del respeto, a favor de la alegría, a favor de la evolución, a favor de la humanidad, a favor del bienestar, hacia allí me muevo, esos son mis objetivos; no quiero derrochar un sólo átomo de energía en asuntos que me impidan sonreír.

Y tú, ¿Estás a favor de la armonía o en contra de la violencia?

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